«Chófer de sandías» es una simpática historia ambientada en una gran ciudad, alienada y alienante. Pero incluso en lugares tan hostiles suceden cosas sorprendentes, excepcionales e insólitas. Como que una humilde semilla de sandía brote, crezca, florezca y dé frutos enroscada en una farola, convertida en parra luminosa.
Un texto rimado de Antonio Rubio cuyas estructuras rítmicas y compositivas están arraigadas en los esquemas de la literatura tradicional traídos a la actualidad a través de un escenario urbano y contemporáneo. Los edificios y los centros comerciales, las calles saturadas de tráfico y ruido, y sus habitantes sumidos en las prisas, el estrés y abducidos por las nuevas tecnologías, nos sitúan en un escenario tristemente reconocible. La mirada fresca y desinhibida de la infancia, la espontaneidad y la creatividad de las niñas y los niños permiten romper esa terrible rutina y cambiar el paisaje gris y contaminado por el colorido y la calma.
Las ilustraciones de Emilio Urberuaga -con su intensa paleta cromática, el dinamismo de sus trazos y sus ocurrentes aportaciones gráficas- nos invitan a soñar y a imaginar algo así en nuestro entorno: que un hecho aparentemente anodino y desapercibido
a los ojos de la mayoría marque un antes y un después
en el día a día.